sábado, 20 de mayo de 2023

Fisiología del ejercicio.

 Los beneficios del ejercicio comprenden la prevención de la disfunción así como el desarrollo, mejoría, restablecimiento o mantenimiento de:

  • La fuerza: capacidad de un músculo o grupo de músculos para generar tensión y una fuerza resultante durante un esfuerzo máximo
  • Resistencia física aeróbica y capacidad cardiovascular: necesarias para realizar tareas motoras repetidas en la vida diaria y para mantener un nivel continuo de actividad funcional
  • Movilidad y flexibilidad: además de la fuerza y la resistencia física, se necesita la movilidad de los tejidos blandos contráctiles y no contráctiles y las articulaciones para el rendimiento de los movimientos funcionales normales 
  • Relajación: se refiere a un esfuerzo consciente para aliviar la tensión de los músculos. Mediante el ejercicio terapéutico una persona puede volverse consciente de la tensión muscular prolongada y aprender a controlarla o inhibirla. 
  • Coordinación, equilibrio y destrezas funcionales: La coordinación responde a la capacidad pasra emplear los músculos correctos en el momento preciso con la secuencia e intensidad adecuadas. El equilibrio comprende la capacidad para mantener el centro de gravedad sobre la base de apoyo, por lo general en posición erguida. Las destrezas funcionales aluden a las variadas destrezas motoras necesarias para funcionar con independencia
Hablando de los efectos terapéuticos estos sirven para prevención de enfermedad cardiovascular.

  • Prevención primaria y secundaria de enfermedad cardiovascular

Personas que son físicamente inactivas tienen una mayor incidencia de enfermedades cardiacas que aquellos que son físicamente activos. 


Si bien el mecanismo no está totalmente dilucidado, la reducción del riesgo puede venir de la reducción de otros factores de riesgo como lípidos, presión arterial, obesidad, etc. 


Múltiples beneficios del ejercicio.

  • Manejo de los lípidos
  • El ejercicio aeróbico disminuye los triglicéridos e incrementa el HDL
  • Control de peso: si bien el ejercicio y la dieta son elementos que van de la mano, se ha visto que el ejercicio es especialmente importante en el mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo. 
  • Prevención de DM2: además de participar en distintos mecanismos para mejorar el metabolismo de la glucosa, tiene beneficios por mejorar el peso, la presión arterial y los lípidos.
  • Mejora del estado de ánimo y calidad de vida
  • Mantenimiento de la densidad ósea: la actividad física regular se recomienda para mejorar la densidad ósea o reducir el declive de la misma relacionado con edad. 
  • Incremento de la actividad fibrinolítica: reduce el riesgo de eventos trombóticos  al disminuir el fibrinógeno, inhibidor del activador de plasminógeno, disminuye la agregación plaquetaria y eleva el plasminógeno activado

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